TESTIMONIOS
Difícil es transmitir una vivencia. Éso es ir al Buchén, es vivir una experiencia de paz, de traquilidad maravillosa rodeado por una belleza en la que la naturaleza aporta su magnífica presencia y la mano del hombre, respetuosa, un humilde tributo hecho de la mejor manera... perfecta, diría yo. Coigües y Robles egoístas compiten por la luz y a la vez, generosamente, regalan sus semillas para ir resembrando permanentemente los árboles del futuro.
Olor a leña, murmullos de agua que corre en abundancia y que se pueder tomar directamente de sus arroyos, estruendos de saltos y cascadas. La huella del zorro iluminada por haces de luz que se cuelan entre el follaje. Claros de bosque donde se asoma la luna y -lp9jio667io67estrellas que decoran una bóveda oscura que la luz de las velas no alcanza a aplacar.
Soy de ciudad, me gusta Santiago... y más me gusta que esté tan cerca de un lugar soñado que nos acerca el Sur de Chile al alcance de un fin de semana cualquiera.
Señores del Parque El Buchén, muchas gracias por lo que hicieron y permitirnos pasar días tan llenos de paz y felicidad en sencilla exquisitez y lujo natural.